jueves, agosto 03, 2006

CACHARRITOS PARISINOS

CACHARRITOS PARISINOS





Este molde para hacer terrinas lo tenía yo muy clavado en el alma, lo estaba necesitando desde hace tiempo, y nunca lo he encontrado, así que fué verlo y nació un flechazo repentino. Llegó a casita en buen estado, y ya está en el armario, esperando ser estrenado de un momento a otro.
Me gusta mucho la porcelana blanca, me parece un material muy bello, que no pasa de moda, en fin, un clásico en la cocina que se ha ganado la confianza tanto nuestra como de los que nos antecedieron en los fogones.







Y esta tarrinera, más pequeña, con su tapa, me parece una preciosidad, es para un contenido de 600 ml, pequeña, pero encantadora.

Y aunque sea una terrinera, creo que con otros contenidos estará también preciosa. Me la estoy imaginando con una bonita mermelada....


Posted by Picasa Hay expléndidas tiendas en Paris en las cuales lo más complicado es elegir, ya que todo es una verdadera tentacion. Este bote de té verde a los 7 cítricos, me parecío precioso, y el té es una maravilla de fragancia, espero que esté igual de rico.

Y siguiendo consejos de personas sabias, me fui a una de las mejores tiendas de té del mundo, hay todos los tés que se puede uno imaginar, y alguno más.

Concretamente, el establecimiento se llama "Mariage Freres", especialista en grandes crus del té, exactamente igual que los vinos. Hay tés de una finca determinada del Himalaya, de la primera cosecha de primavera, con todas las certificaciones habidas y por haber, pero sobre todo, con el nombre y la fama de la casa. Y me quedé de piedra al ver los precios de algunas de estas rarezas. Había variedades de tés que costaban más de 200 euros los 100 gr.

Yo compré unos cuantos, pero mi bolsillo no me permite esas exclusividades, pero, lo que he probado...umhhhhhhh, merece la pena.

Y si teneis ocasión, aunque no os gusten los tés, este establecimiento hay que visitarlo, tiene un salón de té elegantísimo, un servicio digno de la mejor fama de Francia, os permiten pasear entre sus baldas de antiguas maderas nobles, aprender un montón de sus tés, ojear sus libros, algunos editados por ellos mismos, preciosos, y aunque no compres nada, un empleado amabilísimo, elegante y cordial, te abrirá la puerta de salida, y te despedirá con un " bon soir, madame".

VIVA ESTA FRANCIA